porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 30 de octubre de 2016

tres meses desde la presentación de mi libro. aunque no debería ser la forma de fechar nada en particular, lo tomo como pretexto para sentarme a escribir algunas líneas en este abandonado blog mío. es domingo y he regresado a casa poco más de las cinco de la mañana. el cielo ya iba clareando, lo que demuestra que el invierno ya terminó de mudarse de hemisferio. a dos cuadras, dos muchachas de apretados jeans vienen tambaleándose, apoyada la una sobre la otra, como si acabaran de jugar el mejor partido de sus vidas. como viejos amigos que saben de sus penas. pero sonríen. sonríen y se tambalean y algunos hombres que también andan despiertos y errantes a esas horas de la madrugada en Lima las miran. yo también las miro mientras el taxi avanza por avenida universitaria.
despierto al mediodía del mismo domingo. ha salido el sol y huelo a sexo. me lavo la cara y los dientes y bajo a desayunar. vierto dos cucharadas de café instantáneo al agua caliente de mi taza y luego veo que no tengo azúcar. reviso todos los lugares posibles en los que podría hallar al menos un poquito, pero nada. estoy desabastecida. ya pasaron once días desde que mamá se fue a europa. ahora soy una chica de 31 años en una casa con tres hombres. un niño y dos adultos. uno de ellos es papá. papá viene a dormir a casa todos los días desde que madre se fue a Barcelona. papá dejó de vivir en nuestra casa a mis 12 años. ahora compra el pan por las mañanas y me llama por la noches para preguntarme si llegaré a dormir. papá extraña a mamá, pero en especial extraña la posibilidad de su independencia y desapego. amo a papá y extraño a mamá.
en un rato bajaré a freírme algo para el almuerzo. no recuerdo por qué empecé a escribir todo esto, yo quería decir algo que se perdió en el camino, pero me importa menos de lo que me importa elegir el almuerzo de esta tarde. yo solo pasaba por acá para sentir que no he abandonado del todo el ejercicio de darle a las teclas negras de mi laptop. además, quería archivar una serie de sucesos y recuerdos, porque mi memoria es blanda y se agujerea con facilidad. volveré en próximos posts, pero primero, una fritura.