porque el tiempo es breve, pero me ama

sábado, 21 de mayo de 2016

siempre tengo un 'último día en lima'. el de esta mañana es particularmente oscuro. como cereal directamente de la caja y doy sorbos a un café que este mediocre otoño ha logrado enfriar en segundos. es mediodía y no me he quitado el pijama. mi hijo, tampoco. está bajo la frazada, viendo dibujos animados en su cuarto. somos dos niños solos en una gran casa vacía.

la maleta está tirada en el piso de mi habitación. tiene la puerta abierta y viene llenándose de polvo desde la última vez que partí. nunca termino de desempacar por completo, por ejemplo, del último viaje se ha quedado un polo rojo, una pastilla de jabón y un par de medias enrolladas. la ropa que llevaré para este, aún está húmeda en los cordeles del patio.

hoy no tengo ganas de despedirme de la ciudad.